Mi largo camino al embarazo - lecciones aprendidas y tips de salud

Les comparto hoy un poco sobre mi experiencia difícil con fertilidad y algunos cambios que hice para ayudarme a llegar donde estoy hoy dia, saludable y feliz con mi bebé en brazos.

Quedar embarazada no fue tan rápido ni fácil, pero fue un camino lindo de mucho aprendizaje.

Yo no me daba cuenta, pero habían muchas cosas de mi salud (y mi vida) que tenían que mejorar antes de quedar embarazada …y Dios / el Universo me estaba dando el tiempo para mejorarlos. Tiempo para aprender mucho, para crecer mi fé y para entregarme un poco más.

Para comenzar, les cuento un poco de mi trayectoria de salud. Yo por varios años sufría de problemas digestivos, acné, a veces dolores de estómago e hinchazón (ahora entiendo que todo está relacionado). Tomé antibióticos un par de años para mejorar mi piel sin darme cuenta el daño que me hacía a mi GUT. Y peor, tomé la pastilla anticonceptiva (¡por casi 15 años!) y ya el último año casi no me venía la regla.

Finalmente dejé la pastilla sabiendo que me pudiera tardar unos meses en regresar. Pero no solo me tardé meses …pasaron años y no me venía la regla…

Finalmente recibí la señal que era hora de hacer un cambio drástico en mi vida - para mejorar mi digestión, mis hormonas, mi auto-confianza, …y para poder quedar embarazada. Algunos cambios que hice incluyeron lo siguiente:

✔️Dejé mi trabajo estresante en Wall Street.

✔️Me metí a estudiar nutrición holística.

✔️Cambié mi alimentación y mi estilo de vida.

✔️Dejé la cafeína y reduje muchísimo mi consumo de alcohol.

✔️Pasé de dormir 6 horas diario a dormir 8-9 horas diario.

✔️Hice un shift de puro cardio, a yoga y barre.

✔️Comencé a meditar y respirar de forma más consciente

✔️Dejé las “dietas” y comencé a ponerle atención a mi alimentación. Comencé a comer más vegetales, más grasas saludables, menos procesado y dejé los productos “light” (enfocandome en lo nutritivo en vez de lo dietético)

Muchas cosas fueron mejorando, al suave, pero aún no me venía la menstruación. Y yo todavía reconocía que me faltaba relajar aún más, rendirme un poco más.

Después de varios años comencé (según yo) a “rendírme” (temporalmente), y acepté un par de veces tomar tratamientos hormonales con un doctor excelente acá en Nicaragua. Pero por dentro, reconozco ahora que aún había resistencia de mi parte. No era aún mi tiempo. Me faltaba relajarme más, confiar más, afrontar mis miedos, mejorar mi relación conmigo misma, incluso aún me faltaba seguir mejorando mi digestión (de nuevo, creo firmemente que todo esto estaba relacionado en mi caso).

Un día (un par de meses desde que comenzó COVID y varias cosas me ayudaron a cambiar perspectiva), dije… quiero probar IVF (fecundación in vitro). Tomar esta decisión fue un paso enorme para mi, pues antes decía que nunca lo haría. Veía IVF (en mi caso) como que yo estaba abandonando mis esfuerzos naturales, abandonando mi creencia del poder del cuerpo de sanarse y crear vida por sí solo. Pero lo que no podía ver es que yo estaba creando una resistencia innecesaria. Aceptar ayuda no significa que mi cuerpo no es capaz, al final mi cuerpo igual iba a estar creando vida, y tal vez aceptar ayuda era lo que necesitaba.

Entonces le anuncié a mi Doctor (y a mi familia) en septiembre 2021 que iba a hacer el tratamiento de fertilidad. Pero decidí atrasarlo para hacer un programa de 4 meses que moría por hacer de “preparación” al embarazo (se llama Primemester, muy recomendado). Hice el programa de septiembre a noviembre, luego en diciembre me relajé totalmente tomando un descanso de pensar en eso, en enero iba a hacer la última parte del programa que era un détox de 21 días, y en febrero pensaba comenzar mi tratamiento de IVF. Ya estaba lista y relajada. Ah y mi digestión estaba mejor que nunca, mi piel también, y también les comparto, yo estaba en mi peso más alto que nunca. (Por casi toda mi vida adulta yo pesaba 105-115 lbs, pero ese diciembre estaba pesando 118-120 lbs).

¿Y qué pasó? El día antes de comenzar mi détox en enero (aprox un mes antes de que pensaba comenzar el tratamiento de fertilidad) me di cuenta que estaba embarazada.

No estaba tomando nada de hormonas, ni me vino la regla. Fue un milagro. Pero a la vez, hice muchísimo “trabajo interno” que sin duda me ayudó. Me “rendí” a subir de peso (más de lo que pensaba era necesario), me rendí a aceptar ayuda, me rendí a muchas cosas … y cuándo era mi momento adecuado, quedé embarazada con mi bella Chiara.

Les comparto mi historia con este mensaje: las cosas pasan cuando tienen que pasar, y si no están pasando, es por algo. Algo nos falta trabajar. Algo nos falta solucionar. El universo nos está dando la oportunidad de mejorar. Y solo nosotros podemos descubrir que es que nos falta trabajar… pero nunca debemos perder fé. Debemos aceptar que se está demorando por algo bello, por un aprendizaje que nos toca. ¡Y que bello que es ese aprendizaje si logramos abrirnos a recibirlo!

Aparte, les comparto algunos artículos míos relevantes a nuestra salud prenatal, que pueden ayudar con este proceso de mejorar nuestra fertilidad (y salud en general):