Todos sabemos que el plástico nos ha facilitado la vida: es barato y extremadamente duradero. Pero en los últimos años, se ha descontrolado por completo: el plástico está en TODO. Es esencialmente un símbolo de nuestra cultura, de la comodidad que ahora domina nuestra vida moderna.
Como resultado (y sin que muchos lo sepan), nos estamos perjudicando a nosotros mismos, y a nuestro planeta.
Sin saberlo, ¡estamos absorbiendo microplásticos tóxicos - que hoy en día están en todas partes: en el polvo, las telas, los cosméticos, los productos de limpieza, el agua de lluvia, los mariscos, los productos agrícolas (incluyendo muchas de las frutas y verduras en el super), la sal refinada, nuestra ropa, lo que usamos para guardar alimentos, y más! Y estos microplásticos no solo nos están negativamente afectando nuestra salud, si no también causando daño al planeta.
¿Qué necesitas saber?
La contaminación plástica está afectando nuestra tierra, ríos y océanos, y perjudicando a muchos animales marinos, tanto por enredos como por problemas derivados de la ingestión de residuos plásticos y la exposición a las sustancias químicas que contienen. Estudios demuestran que «hay 500 veces más microplásticos en el mar que estrellas en nuestra galaxia, y se estima que para 2050 habrá más plástico que peces».
Podríamos hablar sin parar sobre el daño que le está causando a nuestro medio ambiente. Es terrible. Y aunque algunas poblaciones al menos son proactivas en sus esfuerzos de reciclaje (como mis amigos y familiares en California, y en Europa), todavía hay muchos países (como, lamentablemente, el país en el que vivo) donde el reciclaje es casi inexistente. Y cada año se producen más plásticos, lo que contribuye a esta epidemia de contaminación plástica.
Dejando a un lado la contaminación, tambien una de las principales razones que me ha impulsado a reducir el plástico es el daño que le causa a nuestros cuerpos.
Muchos de los productos químicos utilizados en la fabricación de plástico son tóxicos y perjudiciales para nuestra salud, en particular para nuestro sistema endocrino (hormonal).
La gran parte de estos plásticos son tóxicos y pueden alterar hormonas cruciales para una vida sana. Incluso cuando no son peligrosos en sí mismos, o no se sabe que lo son, el plástico actúa como un imán para una variedad de otras toxinas y contaminantes que hemos vertido en la naturaleza.
“Investigaciones recientes han demostrado que los microplásticos pueden afectar diversos sistemas del cuerpo humano, como el digestivo, el respiratorio, el endocrino, el reproductivo y el inmunitario. En primer lugar, la ingestión de microplásticos afecta al sistema digestivo, y la irritación física del tracto gastrointestinal puede causar inflamación, lo que resulta en diversos síntomas gastrointestinales.¹ Los microplásticos pueden causar cambios en el microbioma intestinal, lo que resulta en un desequilibrio entre las bacterias beneficiosas y las dañinas, lo que puede provocar diversos síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, distensión abdominal y cambios en los hábitos intestinales.”
Hay dos ingredientes claves que debemos tener en cuenta en los plásticos (¡y evitar lo más posible!):
BPA y alternativas. El BPA es uno de los productos químicos más conocidos en el plástico y se ha demostrado que crea desequilibrios hormonales, con efectos negativos en el desarrollo, la reproducción, el sistema neurológico y el sistema inmunologico de los seres humanos. Investigaciones han vinculado la exposición prolongada al BPA con defectos de nacimiento y cáncer. Actualmente, el BPA finalmente se está eliminando de muchos artículos de plástico, pero estudios recientes demuestran que los productos químicos utilizados para reemplazarlo no son mucho mejores. Es mejor minimizar el plástico por completo.
Ftalatos. Otro producto químico (utilizado para aumentar la flexibilidad de ciertos plásticos como el PVC) que se sabe que afecta nuestras hormonas, alterando los sistemas reproductivos masculino y femenino.
¿Qué podemos hacer?
Es obvio que no podemos eliminar por completo el plástico de nuestras vidas (lamentablemente, ahora está en el teclado de mi portátil, forma parte de mi celular, reloj, mi querida licuadora, y mucho más). PERO cada uno de nosotros puede empezar a dar pequeños pasos para reducir nuestro consumo de plástico, eligiendo reemplazos que sean mejores para nosotros y para el medio ambiente… como en muchoas casos, elegir vidrio y acero inoxidable en lugar de plástico. Y reciclar más.
Así que ahora, ¡a actuar!
Aquí tienes 10 pasos para reducir tu exposición al plástico:
Lleva siempre contigo una botella de vidrio o de acero inoxidable (como Owala, Stanley, S’well, SimpleModern) o de vidrio (como BTR), y limita la compra de botellas de agua de plástico.
Cambia las pajitas de plástico por: pajitas de bamboo, papel, caña de azúcar, coco, o aun mejor para menos gasto, reutilizables de acero o vidrio.
Usa recipientes de comida de vidrio, acero inoxidable y silicona; deja de usar los tupperwares de plástico para guardar tus comidas. Te recomiendo estos:
Tarros de vidrio Mason. Yo uso estos de Ball y las amo.
Recipientes de silicona: Hace poco descubrí estos recipientes para alimentos que son super ligeros, plegables y geniales.
Recipientes de vidrio - con tapas de bamboo (como estas), o con tapas de silicona y vidrio (como estas): son geniales y completamente libres de plástico.
Y claro, como opción más accesible, también son super útiles los recipientes de vidrio clásicos como Pyrex Glass Containers y Glasslock. Tienen tapas de plástico, pero simplemente evito ponerle la tapa mientras aun sigue caliente la comida, y evito que la comida toque las tapas (y nunca calientes con la tapa). Estas son un primer paso bastante económico y sencillo.
Cambia tu hervidor de agua eléctrico por uno SIN plástico: opta por uno de vidrio y/o acero inoxidable (tengo este de Smeg y me encanta) o uno que combine vidrio y acero inoxidable. (Nota: es especialmente importante evitar el plástico en los artículos que calientas, ya que es lo que más filtra los químicos).
Minimiza productos de belleza diarios con plásticos; elige limpiadores/cremas faciales sin plásticos. Al comprar productos faciales, 1) evita los que tengan "polipropileno" o "polietileno" en la lista de ingredientes, ya que esto indica la presencia de microplásticos (¡qué locura!) y, sorprendentemente, se encuentran en muchos limpiadores/exfoliantes faciales comunes de Neutrogena, Clean & Clear y otros. 2) busca limpiadores/ tónicos/ hidratantes faciales en envases de vidrio. Soy fanática de SW Basics, Herbivore Botanicals, OSEA (y hay muchos mas!).
Guarda tus frutas y verduras en bolsas de malla o algodón orgánico. ¡Tengo muchísimas de ambas y me encantan! (Y vendemos en Balance Market)
Procura minimizar los plásticos en tu ropa. Hace poco descubrí que muchos tipos de ropa de fibra sintética también contienen químicos plásticos (¡qué locura, ¿verdad?!). Así que, siempre que sea posible, opta por ropa de fibras naturales (como algodón, lana, cáñamo, lino, etc.) en lugar de sintéticas como poliéster, licra, etc. Especialmente para tu ropa interior y la de tus bebés.
Para secar la ropa, evita las toallitas de secadora; lee este blog sobre por qué evitarlas) y opta por bolas de lana orgánica (yo uso estas hace años y son excelentes). Te dejan la ropa mss suave y hasta ayudan a reducir el tiempo para secar. Y si quieres el “olorsito” de las toallitas tradicionales, puedes añadir aceites esenciales a las bolas de lana, que dejarán tu ropa más limpia y con un aroma fresco,¡de forma totalmente natural y sin tóxicos!.
Evita tampones y toallitas menstruales plasticos. Haz que tu periodo sea "libre de residuos" y cambia los tampones de plástico por una copa menstrual como LENA o Saalt.. Si ya probaste la taza y no te adaptas, al menos opta por tampones/toallas menstruales desechables que son orgánicas y biodegradables.
Cambia los pañales desechables de tu bebé por pañales de tela reutilizables, como GroVia, Bummis, bumGenius (y varios mas) que son ecológicos, cómodos y no contienen disolventes tóxicos ni formaldehído. (¡Piensa en cuánto ahorras en residuos y dinero!). Y si por comodidad prefieres desechables, opta por marcas mas “eco” con materiales libres de toxinas y biodegradables como Bambo Nature y Coterie.
Comienza hoy mismo a tomar al menos uno, o más, de estos pasos. Al hacer estos cambios, reducirás los residuos plásticos, reducirás tu carga tóxica, estarás mejorando el planeta, y, a la larga, ahorrarás dinero.
Comparte mi blog para que todos podamos contribuir a mejorar nuestra salud interna, y la del planeta.
